Clases y pedacitos de vida
El miércoles pasado inicié unas clases privadas con un matrimonio. Estaba emocionado desde el momento en que empecé a preparar la clase unos días antes. Es la segunda experiencia de clases privadas. En el camino, mientras iba en el coche con el nuevo estudiante, un ejecutivo de una empresa, me decía a mi mismo que esa emoción de enseñar mi lengua también está aderezada de los pedacitos de vida que uno inevitablemente comparte con los demas.
Lo que sabía, de acuerdo a la agencia o instituto que me contrató para esta clase, que empezaban de cero, totalmente principiantes, me dijo la del instituto.
Así que más a mi favor. Presenté el panorama y las razones por las que me enfocaría a hablar sólo en la lengua meta, el español, pero que no se sintieran limitados, si en algún momento necesitaban preguntar lo podían hacer en inglés. La idea, les dije, es que es más productivo para el aprendizaje de una lengua extranjera avanzar gradualmente en la lengua. También es posible que sus intereses sean sobre un aspecto determinado y no necesariamente hablar la lengua, les dije. Si es así se puede adaptar un programa de acuerdo a sus intereses.No, eso es lo que queremos, hablar la lengua. Planeamos irnos a Españo en un futuro; me dijeron. El matrimonio es de un inglés y de una china; ella de 48 años y él de 51.
La primera experieciade clases privadas que incié fue en noviembre. Resultado de un anucio por intenet que sólo había dado como fruto algunas tentativas de clases, pero nada se había confirmado. También me emocionó mucho iniciar esas clases. Aunque me daba miedo empezar uan experiencia con un niño de 5 años. Lo que me animaba era saber que a esa edad son aptos para provocarles actividades de adqusición de lengua. Recordaba las anécdotas con mis hijos, y me emocionaba más empezar las clases con Isac, así se llama. Erá como retomar algunos momentos vividos con mis hijos, sólo que ahora focalizado a aprender una lengua. Pero muchas cosas vividas con mis niños me han servido para darme ideas de actividades, como colorear, poner en pares, y hasta canciones.
Y así se está iniciando un curso más... de manera personalizada.
Lo que sabía, de acuerdo a la agencia o instituto que me contrató para esta clase, que empezaban de cero, totalmente principiantes, me dijo la del instituto.
Así que más a mi favor. Presenté el panorama y las razones por las que me enfocaría a hablar sólo en la lengua meta, el español, pero que no se sintieran limitados, si en algún momento necesitaban preguntar lo podían hacer en inglés. La idea, les dije, es que es más productivo para el aprendizaje de una lengua extranjera avanzar gradualmente en la lengua. También es posible que sus intereses sean sobre un aspecto determinado y no necesariamente hablar la lengua, les dije. Si es así se puede adaptar un programa de acuerdo a sus intereses.No, eso es lo que queremos, hablar la lengua. Planeamos irnos a Españo en un futuro; me dijeron. El matrimonio es de un inglés y de una china; ella de 48 años y él de 51.
La primera experieciade clases privadas que incié fue en noviembre. Resultado de un anucio por intenet que sólo había dado como fruto algunas tentativas de clases, pero nada se había confirmado. También me emocionó mucho iniciar esas clases. Aunque me daba miedo empezar uan experiencia con un niño de 5 años. Lo que me animaba era saber que a esa edad son aptos para provocarles actividades de adqusición de lengua. Recordaba las anécdotas con mis hijos, y me emocionaba más empezar las clases con Isac, así se llama. Erá como retomar algunos momentos vividos con mis hijos, sólo que ahora focalizado a aprender una lengua. Pero muchas cosas vividas con mis niños me han servido para darme ideas de actividades, como colorear, poner en pares, y hasta canciones.
Y así se está iniciando un curso más... de manera personalizada.
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