La vida virtual como la vida real

Yo creo que como en la vida 'real', igual reaccionamos en la 'vida virtual'. Estas últimas semanas, prácticamente todo un mes, no he tenido ánimos de tener contacto virtual con el mundo. Me he sentido como en algunos momentos de hace muchísimos años, cuando uno no tiene deseos de ver a nadie. Supongo que no ha todos les sucede. Pero no es que uno no quiera ver a nadie. Es que simplemente el ánimmo no da para compartir buenos momentos con los amigos. Así que la solución, mejor no ver a nadie. Los mejores amigos se preguntarán extrañados qué pasa. Y a veces sólo es cuestión de tiempo.
Pues este mes ha sido un poco de esos momentos en que uno no se quiere asomar al mundo. Prácticamente ni al Facebook me he asomado, pues no viene mal darse unos momentos de abstinencia Facebookera, para que no llegue a convertirse en una absorvente red...
Los ánimos se reavivan apenas empiezan las 'actividades'. Creo que desde los tiempos de la escuela, no me caín bien las vacaciones. De mi pueblo a Gutiérrez Zamora, Veracruz, sólo eran unos 30 minutos en autobús, muchos de los cuales llamábamos guajoloteros. Era el viaje que hacía diariamente durante los estudios de secundaria y preparatoria. Así que en vacaciones la falta de ese viaje se volvía un vacío que apenas rasguñaba algunos días de verano extrañando a los compañeros y a las compañeras, algunas de las que uno se enamora pero ellas nunca se enteran... Y apenas un rasguño gracias a lo ocupado que tenía que estar trabajando para alimentar el sueño de los estudios sublimemente lateral al sueño colectivo-familiar del sustento. Si no tenía trabajo, mi madre, que en paz descanse, preparaba antojitos, entre tamales y empanadas, y mi hermana y yo salíamos a venderlos. Quizás esos recuerdos me ayudan a espantar el miedo, o los miedos que no dejan de aparecer en la vida...
Y bien, pues este mes fue quizás el más difícil para sobrellevar desde que estoy en Hong Kong. De repente saltaron gastos inesperados en la Universidad dónde estudia mi esposa. Y mis bolsillos enflaquecieron inimaginablemente. Salí. Salímos el mes. Pero cada día iba midiendo la ración que alcanzaría para salir el mes. De paso, tuve que hacer el cálculo de los impuestos de Estados Unidos, de los cuales esperaba tener un reembolso y resultó que le salí debiendo al estado de California. Y por si fuera poco, aún es algo incierto cómo voy a solventar los meses del verano, julio y agosto, ya que como asistente y en contrato de tiempo parcial sólo gano los días trabajados. Cada día que amanece me digo 'no te preocupes, aún faltan meses y alguna oferta mejor puede llegar, tampoco es para preocuparse mucho, pues si no hay una nueva oferta el contrato se renueva'... Pero no deja de ser preocupante en algunos momentos del día.
En fin, como decía, con el reinicio de las actividades todo se vuelve a normalizar: las clases en la escuela, las clases privadas que se mantienen y me dan un poco más de aliento. Y esta semana, un nuevo trabajo, un poco de cocina, un poco de preparar alimentos, un poco de empacar. Y así ahora llenaré mis fines de semana, y quizás algún día entre semana. No es que no disfrutara tener libre el sábado y el domingo, que tanto tiempo de mi vida tuve ocupados desde que era estudiante de secundaria ganándome la vida hasta incluso hace algunos años en México, donde uno estira la vida como estirar un charpe con tanta fuerza como sea posible para dar en el blanco y lograr un sustento cada vez más lejano y huidizo.
Debo sentirme afortunado de poder trabajar en algo extra como las clases privadas y el trabajo manuel del fin de semana, que son pocas horas, unas cuatro o cinco horas por día, y resultan terapéuticas mientras se va preparando una receta de algo.

Así que mayo pinta mejor que abril por ahora. y entre estos menesteres, aún hay que estirar energías para seguir enviando curriculums en busca de una oferta de tiempo completo, no tan inminentemente necesario, pero mejor para saltar a ver a mis niños de vez en vez en cada periodo vacacional.
En el INALI me di cuenta que soy una de esas raras personas que vive por proyectos. Y por este año escolar un proyecto se acabará para dar comienzo a otro. Todo se reduce a tres pagos más, aparte del que ya está a la puerta entre hoy y mañana...

Desde la primavera que a veces se asoma y luego se esconde en un neblinoso Hong Kong, el 19 de abril de 2016. Esta vez sin foto acompañando al texto.
AJF


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