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After reading SLOW

 A book review After reading SLOW I just read : *Slow: Finding Peace and Purpose in a Hectic World* by Jo Peters  — its deliberate, unhurried pace isn’t just a feature, it’s the philosophy. This book doesn’t rush you. It invites you to breathe, to pause, to notice.   Like a gentle walk through a leaf-strewn path (fittingly echoed on its serene cover).   Each chapter unfolds with quiet intention.   Peters doesn’t bombard you with productivity hacks or frantic self-help mantras; instead, she offers reflections, stories, and gentle prompts that encourage you to slow down—not as a luxury, but as a necessity for reclaiming peace and purpose. The pacing you enjoyed is intentional: it mirrors the book’s core message. You’re not meant to race through it. You’re meant to linger—to let ideas settle, to journal, to sit with discomfort or stillness. That’s where the transformation happens.   For readers overwhelmed by modern life’s noise, this slowness feels like a bal...

Burocracia, engorrosa en todas partes

Como en todos lados, la burocracia es la burocracia.
Legalizarme con una visa de trabajo me ha tomado más tiempo del imaginado. No lo imaginaba de Hong Kong.
Ya tengo en las manos la visa, que llevó casi dos meses tramitarla. Ahora para que me puedan contratar de tiempo parcial, hay que recibir una autorización de Inmigración. Y eso ya lleva prácticamente tres semanas...

Mientras tanto, el desgaste económico me carcome lentamente. ¿Acaso no puedo trabajar libremente en cualquier ocupación sin la 'autorización' del sistema? Estoy a punto de ejercer mi profesión. Sin embargo, no me importaría retomar otros trabajos como lo he hecho en momentos difíciles.

Esta semana que terminó fui casi cada día a Inmigración, excepto el miércoles 21 de octubre que fue día festivo. Ayer viernes me explicaron nuevamente (con mucha paciencia, por cierto) que toma de cuatro a seis semanas el trámite... ''Es posible que puede acelerarse la carta de autorización si la escuela envia una carta explicando que urge el docuemnto. Entonces, el lunes traigo la carta de la escuela. ¿Podré venir el martes a ver si acaso está la carta de autorización, y así la tomo personalmente en lugar de esperar otros días por correo? ? No necesita venir--qué no entiende, quizás pensaba la empleada--ni el lunes, ni el martes. Que nos envíe la escuela la carta por fax. No hace falta que pierda su tiempo en venir... (Y me dio el numero de fax y el número de referencia para la carta que pediré a la escuela a primera hora del lunes).

Si supiera que yo estoy perdido en este tiempo-espacio honkonés, que no soy más que una espiga flotando en el aire aún sin asirse a una roca, a un árbol... aún sin poder soltar mis anclas.

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